Constituye una de las rutas más sencillas y sin embargo más espectaculares, ya que toda ella transcurre bajo la cara norte del Puig Major, con acantilados imposibles que se precipitan al mar. El Camí des Cingles hace referencia precisamente a los acantilados (cingles) que imperan por este paisaje alpino.

Desde Sóller tenemos que tomar la carretera C-710 con dirección al Puig Major hasta llegar al km 38,1, donde podemos dejar el coche en una pequeña zona de aparcamiento junto a la carretera. Desde aquí hay que buscar el camino que comunica la carretera con las fincas de Bini Petit y Bini Gran; no tiene que haber ningún problema para encontrar el acceso. El recorrido comienza con una pequeña ascensión de unos 30 metros, para llegar a una barrera de color verde, la cual podemos pasar por su lado izquierdo si está cerrada.

Poco tiempo después de cruzar la primera barrera, nos encontramos nuevamente con otra barrera (siempre hay que dejar las barreras cerradas si así nos las encontramos). Si se realiza esta excursión en verano conviene recordar que el calor por estos lugares es sofocante y las fuentes están secas.

Una vez nos adentramos en el camino podemos contemplar a nuestra derecha la impresionante mole de la Penyal des Migdia, que nos va a acompañar durante buena parte del recorrido. Suavemente comenzamos a ascender entre árboles hasta llegar al Coll des Cardscolers, donde se despeja el monte y podemos deleitar la vista con un maravilloso paisaje; desde aquí se contemplan a nuestra derecha los radares situados en la cima del Puig Major (1.455 metros), el pico más alto de Mallorca.

Si dirigimos nuestra vista a la izquierda descubrimos un monumento en forma de cruz y detrás de él una pequeña loma; si decidimos subirla (algo muy recomendable), nos deleitaremos con unas excelentes panorámicas de la Montaña de Montcaire y el morro de Sa Vacade la Calobra. Volviendo sobre nuestros pasos, proseguimos por el camino hasta dar con el valle de Bini, donde se hallan las payesías de Bini Petit y Bini Gran.

Una vez pasados los caseríos hay un camino que nos conduce hacia Sa Coma Fosca, pero antes nos topamos con la Font de Sa Bauma, situada bajo un inmenso, solitario y viejo chopo. El camino comienza a convertirse en senda, y desde este punto iniciamos un suave descenso, deleitándonos con la visión del inmenso deslizadero que baja desde la cima del Puig Major. Tras unos minutos de recorrido llegamos a una torreta de luz donde podemos reponer fuerzas antes de iniciar el regreso.