Una de las rutas más populares entre los mallorquines es la ascensión al macizo del Puig del Teix por el camino del Archiduque, un extraordinario camino de piedra seca construido por el archiduque Luis Salvador de Austria. Dicho camino traza una de las veredas de piedra seca más atrevidas y espectaculares que se conservan en la isla. El itinerario de esta ruta propone la ascensión al Teix por el camino que atraviesa el Pla des Pouet y sube al mirador de Ses Puntes, donde el Archiduque construyó un fantástico balcón de piedra sobre la costa.

La mejor referencia para encontrar el camino que sube al Pla des Pouet es localizar la escuela pública, situada en la parte alta del pueblo. Llegando a la población desde Palma por la carretera C-710, se puede subir por la calle que comienza a la altura del primer semáforo. Al llegar al primer cruce aparece de frente la verja del colegio, muy fácil de localizar por los arcos de piedra que cierran la fachada principal. Un poco más arriba tomamos la calle Oliveres, subiendo hasta el final, donde una valla nos impide el paso. Junto a la valla a la izquierda nace una bien marcada senda. En la verja se ve un pequeño cartel de madera que nos indica la dirección a seguir (Teix). A los cinco minutos atravesamos un portillo que nos introduce en un denso encinar con restos de actividad carbonera. El sendero que sube al Pla des Pouet es un viejo camino carretero con resto del empedrado original y un trazado sinuoso para salvar el duro desnivel de la ladera del monte. La zona más conflictiva la hallamos en la primera parte de la subida, donde se encuentran varios ruedos de carboneo, cerca de la fuente de S´Abeurada, a la izquierda de la vereda principal. Una vez superado este paraje, lo mejor es continuar por el camino de piedra seca hasta la entrada al Pla des Pouet. Un pla es una mancha forestal que conserva la esencia más pura del bosque mediterráneo balear.

Llegados a este punto habremos superado los 270 primeros metros de desnivel. Un paso sin portilla abierto en un muro indica la entrada a la llanura. De frente, y pasando junto a un aljibe, nace el camino que nos lleva tras una ardua subida al mirador de Ses Puntes, bello balcón pétreo sobre el Mediterráneo. El camino serpentea por un túnel vegetal de encinas retorcidas, madroños, aladiernos y lentiscos. Una vez llegados al mirador es inevitable parar para contemplar tan fastuoso paisaje durante unos minutos, a la vez que aprovechamos para reponer fuerzas.

A partir de aquí entramos en la parte más espectacular de la ruta, pasando por un pequeño refugio en ruinas y tras remontar una modesta cumbre. El camino trascurre sobre una cornisa de espectaculares vistas al mar, casi 900 metros por debajo. Nos adentramos en la zona conocida como Racó Perdut. Aquí, un gran hito de piedras nos indica que debemos abandonar esta pista y tomar una bien marcada senda a la izquierda que nos conduce hacia nuestro objetivo.

El sendero no es tan bueno, pero no presenta ninguna complicación. Primero hay que realizar una pequeña trepada, nada más comenzar la ascensión, para seguir después por terreno de matorral hasta la meseta del Pla de Sa Serpe. El camino atraviesa el llano y sube al collado que separa las cumbres del Teix y del Teixot, terminando la ascensión por una zona bastante rocosa. El descenso del pico se realiza por el mismo camino, que conecta de nuevo con el Camino del Archiduque en el Racó Perdut (Rincón Perdido). La vereda de piedra seca emprende un rápido descenso por Sa Coma de Cairats y llega al Pou de Sa Neu (Pozo de la Nieve) de Son Moragues. Al lado se alza un refugio de montaña, construido sobre los restos de las antiguas dependencias de los nevaters o mercaderes de nieve.