Este breve paseo consiste en subir hasta Ses Tres Creus desde la plaza de la Constitució de Sóller a través del cementerio y volver por el mismo camino. Las panorámicas que se observan desde este punto bien merecen el pequeño esfuerzo necesario para llegar hasta allí.

Partiendo de la estación ferroviaria de Sóller (antigua propiedad fortificada de Can Maiol del año 1606) y a través de la calle Castanyer llegamos a la Reial, donde cabe destacar el Casal de Can Mas (1900). Desde aquí giramos hacia la calle Unió, en cuya esquina localizamos el edificio de la defensora Sollerense, cuya fachada data de 1887.

Así llegamos a la calle Pau Noguera, por la que proseguimos hacia la derecha. Más arriba localizamos la calle Germanes Casesnoves, que recuerda los hechos de las valientes Mujeres de Can Tamany. En el número 4 de esta misma calle se encuentra la casa de Ca N’Ull de Déu, cuyo voladizo ofrece una buena muestra de tejas pintadas con una gran elaboración.

Continuamos subiendo por la calle Pau Noguera hasta llegar al cementerio de la villa, bien provisto de especies vegetales y que alberga esculturas de reconocidos y diferentes autores.

El cementerio cuenta con tres portales de acceso. El de abajo lleva al escudo de Sóller (1828), el de en medio confluye en una cruz con escudo del año 1900 y el portal de arriba nos dirige a un escudo más moderno (1916), obra del maestro Bartomeu Colom. Ya en el interior destaca la capilla (1841), de una única nave y bóveda de cañón, que contiene un retablo con las esculturas de Cristo Crucificado y la Virgen Dolorosa.

Para continuar el ascenso a Ses Tres Creus dejamos atrás el cementerio y enseguida aparece un desvío múltiple; debemos tomar el camino de carros de la derecha que cruza el torrente por un puente, e inmediatamente seguir un camino de herradura enmarcado por dos muros. Se trata de un trozo de camino empedrado con una fuentecilla que nos evita un tramo de asfaltado y nos deja de nuevo en la carretera de Ses Tres Creus, a través del cual acabamos la subida a su mirador.

En la parte posterior de éste, y en la primera curva de la carretera, se inicia un camino ancho donde, a unos 30 metros, puede visitarse la cueva de Ses Tres Creus. El regreso a Sóller lo hacemos desandando el mismo itinerario que realizamos en la ida.

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