Nos dirigimos a la plaza constitución donde se encuentra la antigua iglesia de Sóller. A continuación deberemos continuar por el carrer Bauza y enlazar una serie de callejones estrechos hasta que llegamos a la gasolinera de Soller. Situados en el punto de inicio, nos interesa la calle que continua justo enfrente de la gasolinera al otro lado de la carretera. Empezamos la ascensión hasta la capilla de Son Castelló y a continuación hacemos una breve visita a las casas de can Prohom. Desde allí, retrocedemos hasta la antigua capilla y descendemos una cuesta que al cabo de un minuto nos deja a la carretera que une Sóller con Deià. Situados justo enfrente de las casas de Can Bleda, cruzamos la transitada carretera y rodeamos la parte izquierda de las casas para acceder a camino de servidumbre que nos lleva al camino de Son sales. En este punto iniciamos el descenso que nos llevará de nuevo al valle de Sóller. Tras dejar atrás las casas de Son Sales, que quedan casi inadvertidas a lo largo del camino, llegamos a una zona de huertos de naranjos y tras un zigzag nos encontramos con Can Binidorm, calle estrecha que arranca al pie de una señal de senderismo que tras una breve cuesta, nos llevará al puerto de Sóller.
Tras el sendero de lavandas y abrir la verja de la finca, en unos minutos llegamos a la plaza de Sóller: Plaza Constitució. Una vez situados allí, disfrutamos de una de las imágenes más conocidas de Mallorca y transcurrimos entre callejones estrechos hasta la gasolinera de Sóller, punto de inicio de la excursión de hoy. Cruzando la carretera, un callejón nos deja a Can Puig, antigua fábrica reconvertida en sala de exposiciones y continuamos por el "Camí des Rost", un camino de herradura que inicialmente, arranca con una pista de asfalto, atravesando huertos de cítricos y paisajes propios del microclima que ofrece el hermoso valle. Pronto, el asfalto deja paso a un caminito de grava y tras cruzar un pequeño arrollo que fluye sobre una llanura rodeada de vegetación, la pendiente aumenta bruscamente y a medida que gana altura, el camino alcanza su máximo esplendor, ofreciendo un empedrado formidable, que ha permanecido intacto al paso del tiempo. Sobre escalones perfectos, hechos de minuciosos cantos rodados. El bucólico camino nos ofrece una senda ascendente donde la vegetación que crece a su paso desprende un agradable perfume. Entre matas de mirtos, algarrobos y alguno que otro espino blanco, quedan atrás, bellas panorámicas sobre el valle y el ruido lejano producido por el bullicio de la gente local. En los bancales, mientras que el bosque recupera su territorio, las zonas de olivar cultivadas antaño disminuyen poco a poco.
El maravilloso empedrado desaparece por el momento, y tras llegar a una pequeña cima, la vereda discurre sobre una alfombra dorada de hojas de pino. La imagen del peñal del migdia a lo lejos ha desaparecido, sin embargo, divisamos la siempre vigilante Torre Picada, antigua torre de defensa que data del 1614, situada sobre el puerto de Sóller y que mediante humos durante el día y fuegos durante la noche se utilizó para la vigilancia de posibles incursiones piratas.
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Tras una zona de olivos milenarios, el "cami des Rost" llega a su fin en un cruce de caminos y entre centenarias "Possessiones", retomamos la aventura continuando por el camí de Son Castelló que se dirige hacia el pueblo de Deià. Otro apacible camino de herradura en el que el tiempo parece haberse detenido recorriendo parajes en los que se observan antiguos muros y bancales de piedra, restos de acequias y lo que en su día fue un complejo sistema hidráulico para el riego de los cultivos de cereales.
A lo lejos y sobre una colina un emblemático Pino Piñonero, conocido como "Es Pí de l'Enseïmada", nos anuncia que pronto llegaremos a la cumbre de nuestra ruta.
Después de las casas de Can Carabasseta, encontramos un antiguo oratorio, se trata de la capilla de Son Castelló, construcción que data del siglo XVII, punto de reunión la gente que habitaba las distintas "possessiones" de la zona. Aunque se encuentra en pésimo estado de conservación, constituye un claro ejemplo de la devoción y religiosidad popular que había en estos parajes, en los que únicamente se dejaban a un lado los menesteres para acudir a la iglesia. Tras un sombrío empedrado, casi inmediatamente vemos las casas de Can Prohom y Son Mico. Adosadas, ambas una con la otra, presentan una gran simetría en la composición y su arquitectura. Vale la pena hacer una pequeña parada en Son Mico que conserva todo el encanto de antaño. La terraza es el sitio ideal para deleitarse y descubrir el sabor de la montaña mallorquina: con ricas tartas y mermeladas acompañadas de un refrescante zumo de naranja. Mientras tanto. Abajo, a nuestros pies, Can Bleda, nos llamará la atención, lugar por donde retomaremos la ruta. Desde aquí el camí de Son Sales inicia un suave descenso, que con un camino empedrado serpentea a largo de una ladera. Bordeando un arrollo y entre tapias y olivares el camino discurre entre bancales hasta que llega de nuevo al vergel del valle de Sóller. Entre naranjos, y después de un zigzag, el itinerario sigue por "can Binidorm" con una senda que asciende bruscamente, entre un bosque de pinos. La ruta propuesta se despide con un pequeño mirador que como si fuese un balcón, nos deleita con una hermosa panorámica sobre el valle. Tras una zona de huertos y casas de campo flanqueamos una última verja rodeada de vegetación. Por último, una cuesta nos deja a otro cruce de caminos, a continuación una carretera de asfalto nos llevará al paseo de la playa de Can Repic del Puerto de Sóller. |
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1ª Ruta de
Senderismo por Sóller
La ruta propuesta, consiste en ascender hasta la capilla de Són Castello por los caminos del Rost y Son Castelló, que constituyen uno de los caminos de “pedra en sec” mejor elaborados de la Serra de Tramuntana. A continuación hacemos un breve descanso en Son Mico, antigua possesio reconvertida en casa de huéspedes. Tras un breve descenso por el camino de Son Sales la ruta continúa hasta el puerto de Sóller.
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Duración
2 h 30" |
Dificultad
moderada |
Desnivel
241 m |
Regreso
alternativo |
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Apacible paseo que constituye la ruta ideal para orientar nuestra ubicación, durante el primer día de visita en Sóller. Además, ofrece un gran abanico de posibilidades, ya que forma parte de una extensa red de antiguos caminos, que antiguamente, unía pueblos con antiguas posesiones, y lugares de cultivo. |
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